2/11/2009

La otra carne

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La otra carne, constituye su esencia de todo aquello considerado perfecto.
Encaja como un rompecabezas, como el sol encaja en el día, como ambos mortales de sexos opuestos encajaban también en el paraíso.

Es supremo, magnífico en su excelencia. Cada una de sus partes lo hacen un todo como único.
La otra carne, la otra mirada ensimismada, es un realce de su propia creación egoísta.

Convirtiéndose en recortes de mi mente en movimiento; se burla y expande su plaga por toda tu integridad animal. Yo sólo soy huesos, o parte de lo infinitamente considerado miserable.

Y para pertenecer a esa carne tan deseada por ella.
Prefiero arrancarme la piel y el alma,
Y ser parte de su desfigurada imagen.

Que volver a abrir los ojos, en el paraíso equivocado.