12/15/2008

Mi propia voz

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Cuando me habla, me mira fijamente a las pupilas.
Me paraliza, mancha mi piel con todo ese odio que le forma el rostro.
Me sigue, me persigue. Busca mi olor como un maldito perro hambriento.
Es encantador y quizás, es otra de mis ficciones.

A veces camino con rabia en los zapatos, y me grita,
me disfruta el nudo que me nace en la garganta.
Cada vez que quiere excitarse este infeliz , reproduce todos y cada uno de aquellos sonidos que me obligan a respirar por la boca.

‘‘De tus vísceras me alimento’’

Me culpa, y debo tragarme mi propia condena por ser inocente.

Yo nací con él en la piel, abajo bien abajo del barranco de lombrices, donde el mar termina. Donde yacen todos los esos sueños que no tienen corazón.

Si tan sólo pudiese curarme esta enfermedad, no oiría más su voz derritiéndome el cráneo.
Si tan sólo pudiese vivir sin este fármaco demencial.
Si tan sólo no fuese tu mismo espejo.
Si tan sólo…
Si tan sólo...





Pudiese ser como el resto.
& yo para tí...