El frió entra en el reloj congelando las manecillas cuando siento tu presencia.
Se me congela el aliento, cuando respiro tu piel a la distancia.
olvido quién soy, cuando somos... lo que nunca seríamos.
Se esta haciendo tarde, pero para mí se esta haciendo absurdo olvidarte, dímelo tú, cuanto tiempo podría pasar. Tú que todo lo sabes y nada persuades. Cuanto más, para que cierres tus ojos y sientas que mis latidos enloquecen tanto que ya te chocan el pecho.
Es tarde y pareciera que no se amargasen tus entrañas diciéndolo. Y quedarte, podría ser otro de tus juegos infantiles donde sólo tú puedes ganar y seguir haciéndolo cuantas veces quieras.
Yo ya perdí, nunca supe las reglas de este laberinto. Nunca me intereso ganar, son otros... mis juegos.
El tiempo avanza furioso mientras estoy contigo. Esta celoso, déjalo.
Siempre me hace lo mismo, pero no lo notas. Nadie lo hace. Encuéntrame y sálvame.
Hoy, sólo tú puedes hacerlo… Sálvame hoy, que mañana ya no existirá si no lo haces.
Hoy no existe,
yo tampoco.
Sigo siendo lo que soy.
Tú solo sigues siendo lo que nunca serías.
& las manecillas del reloj siguen siendo su propio tiempo.