5/22/2008

Lástima que no somos paraguas



Es la lluvia, me encanta. Ella siempre vuelve a pesar que de empaparme se interesa más su complacencia.
No imagina cuanto es lo que mi boca se convierte en agua, y en hielo, y en movimiento con su posion insípida.
Ella siempre
vuelve, a mis sueños.


Yo contengo mis naufragios anónimos
debo volver al
carrusel
''hoy no puedo llegar empapada de ella'',

Es
mi mejor excusa.