Nadie escucha llorar a nadie. Nadie tiene unos llantos que duelen en el vació de la nada, cómo duele el vacío.
Sus lágrimas que mojan en sangre me mojan con fuego la piel, y nadie corre hacia la pared, y otra vez y otra vez vuelve a correr consigo mismo por estar tan arrepentido de ser nada.
Insoportablemente porque no puedo caminar entre mis escombros; porque ya estoy tan sucia que hasta tierra puedo vomitar.
Nadie me abraza y se despide: Buenas Noches mi segunda vida.
Y caigo al nuevo vacío…Infinito.
Entiende mi función
Nadie sabe, nadie lo ha hecho siempre.
Aprende.